Las cadenas y grandes hoteleras orientadas al turismo de ocio o leisure operan en un entorno marcado por la estacionalidad de la demanda, costes crecientes (energía, salarios) y largos plazos de cobro. A esto se suma la presión por mantener estándares de calidad y financiar proyectos de expansión. Ante este escenario, disponer de liquidez inmediata se convierte en un elemento estratégico para poder invertir en mejoras, afrontar gastos operativos y responder con agilidad a cambios del mercado. Y el factoring puede ser clave para lograrlo.
El factoring es una herramienta financiera que permite a los hoteles convertir sus facturas pendientes de cobro en liquidez inmediata. En lugar de esperar a que el cliente B2B pague (agencia de viajes o turoperador, generalmente), el hotel cede sus facturas a una entidad financiera, el factor, que adelanta el importe y asume el riesgo de impago.
Este mecanismo financiero se está consolidando como una alternativa estratégica frente a la banca tradicional. El volumen mundial de factoring alcanzó los 3,78 billones de euros en 2023, con Europa representando el 66 % del mercado mundial (Business Money). Y la tendencia global sigue al alza: se prevé que llegue a 6,5 billones en 2033, según IMARC Group.
Liquidez inmediata para operaciones
El principal beneficio del factoring para las grandes hoteleras es la optimización del flujo de caja. En un sector donde los plazos de cobro pueden superar los 60 o incluso 90 días, disponer de liquidez anticipada marca la diferencia. Con el factoring, los establecimientos hoteleros pueden cubrir gastos operativos, pagar proveedores y afrontar picos de demanda sin depender de los cobros diferidos. Esto es especialmente significativo en temporadas altas y en mercados internacionales donde los pagos se retrasan.
Reducción del riesgo financiero
Externalizar la gestión de las cuentas por cobrar mediante factoring minimiza el impacto de impagos o retrasos, reforzando la estabilidad económica de los grupos hoteleros. Con esta herramienta, el riesgo de impago se transfiere al factor: si el cliente B2B no paga, el hotel no tiene que devolver el dinero adelantado. Esto protege la salud financiera frente a incumplimientos y garantiza mayor seguridad en sus operaciones.
Flexibilidad y escalabilidad
El factoring ofrece una mayor flexibilidad, permitiendo que las cadenas hoteleras crezcan, se expandan o realicen inversiones sin verse limitadas por los extensos plazos de cobro. Esta liquidez anticipada facilita la toma de decisiones estratégicas en momentos clave, como reformas, campañas de marketing o apertura de nuevos hoteles.
Por su tamaño y solvencia, las grandes hoteleras pueden negociar tasas más competitivas y servicios personalizados con las entidades financieras. Además, el factoring se adapta al volumen de facturación y a la estructura operativa, lo que lo convierte en una solución escalable para grupos con múltiples hoteles y presencia en diferentes mercados.
Foco en la experiencia del huésped
Al externalizar el cobro de facturas mediante factoring, el equipo se libera de tareas administrativas y puede dedicar su tiempo a optimizar la experiencia del huésped y garantizar altos niveles de satisfacción. Esta redistribución de esfuerzos impulsa la calidad del servicio y mejora la eficiencia operativa.
Automatización y eficiencia administrativa
Con el objetivo de seguir mejorando nuestras soluciones y aportar más valor al sector hotelero, en Voxel hemos integrado el factoring con Bavel Billing, nuestra solución de factura electrónica. Esta funcionalidad actúa como una capa adicional de valor que responde a la tendencia global hacia soluciones financieras integradas en entornos tecnológicos. Mediante este módulo, los hoteles que utilizan Bavel Billing no solo automatizan sus procesos contables y reducen su carga administrativa, sino que también mejoran la eficiencia en su gestión financiera.
